Maximizar las deducciones fiscales

Al comprar una segunda vivienda puede ser costosa y trae muchos esfuerzos, pero la recompensa es más grande: tener tu propio lugar para llegar a descansar y desconectar, disfrutar del clima y las vistas y tener un tiempo valioso en familia. Sin darte cuenta, esto es solo uno de los beneficios que tienes al adquirir una segunda vivienda, lo que no sabes es que al adquirir una segunda vivienda, también recibes beneficios en deducciones de impuestos. 

Una vez que ya decides comprar una segunda residencia, debes siempre considerar las mejores alternativas para reducir costos con las hipotecas, costos recurrentes e impuestos. Siempre asesorate y entendé el costo final, así te ayudara a evitar gastos inesperados. 

Lo que muchas personas no saben son los beneficios que pueden llegar a recibir con reducción de impuestos al comprar su segunda vivienda. Dependerá esa reducción de que uso le des a tu casa, sin embargo acá te mostraremos varios tipos de reducciones de impuestos.
 

Interés en la hipoteca 

Al estudiar las deducciones de los intereses hipotecarios, primero tiene que considerar cómo definir la segunda vivienda: estrategia de inversión, vivienda personal o una combinación de ambas. Si decides utilizar tu segunda vivienda con tu familia y amigos, entonces puedes deducir los intereses hipotecarios de la misma manera que lo harías con tu residencia principal.

Si deseas alquilar tu segunda vivienda durante algún tiempo, puedes hacerlo y seguir cumpliendo las leyes fiscales de la residencia individual, todo ello sin tener que pagar impuestos por los ingresos del alquiler. Ten en cuenta que debe pasar más de 14 días o más del 10% de los días que piensas alquilar para que puedas obtener esta ventaja. Recuerde que no hay que volverse loco. 

Siguiendo la regla de los 14 días o del 10%, no tendrás que tributar por los ingresos del alquiler, independientemente de la tarifa que cobres. Siempre que sigas las normas, podrás deducir esa cantidad de tus ingresos anuales.  
 

Deducción por inversión inmobiliaria

Si no utilizas nunca tu casa y sólo la alquilas, la normativa es diferente. Si la alquilas más de 14 días al año o sólo la utilizas durante 14 días o menos, se considera una propiedad de alquiler y no una residencia personal. En tal caso, tu segunda vivienda se clasifica como propiedad de inversión y puede acogerse a una serie de reducciones fiscales. 

Las propiedades de inversión no pueden beneficiarse de la deducción de los intereses hipotecarios, pero tienen estrategias fiscales únicas que pueden utilizarse, como la deducción por depreciación anual. Si tu segunda vivienda está destinada a la inversión o al alquiler, Hacienda considera que el bien tiene una vida útil finita según la deducción por depreciación. Es decir, el coste de la residencia puede restarse progresivamente a lo largo de un periodo de 27 ½ años. 

Impuestos sobre la propiedad

A excepción de la deducción de los intereses hipotecarios, puedes beneficiarte de la deducción del impuesto sobre bienes inmuebles por tu segunda residencia. Este tipo de reducción tiene un límite de devolución de impuestos de hasta 10.000 $, sin embargo, si ya has superado este límite con tu primera vivienda, no podrás beneficiarte de este ahorro fiscal.

Gastos de alquiler

Si has decidido que tu casa se destine únicamente al alquiler, puedes reducir algunos gastos además de los impuestos, como el seguro, la limpieza, los servicios públicos, los gastos de mantenimiento, los honorarios del administrador de la propiedad y otros cargos incluidos en el alquiler. Al principio, puede que no supongan un gran gasto, pero a lo largo del año, pueden convertirse en una importante reducción de impuestos.
 

A tener en cuenta

• Las reparaciones y mejoras en tu segunda residencia no cuentan como uso personal, por lo tanto, asegúrate de tener todos los recibos
• Lleva la cuenta de los gastos que tienes cuando utilizas tu casa y cuando la alquilas. Estos gastos deben dividirse. 

El tema de reducción de impuestos puede ser un poco complicado, sin embargo es necesario siempre asesorarse para evitar dolores de cabeza en el futuro.

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